Hay errores que cometemos al ducharnos sin que nos demos cuenta. Tomar una ducha es parte de nuestra rutina diaria que hacemos mecánicamente, sin siquiera prestarle atención. Nos mojamos, nos enjabonamos el cuerpo, con o sin esponja, nos damos champú y acondicionador, a veces incluso un exfoliante, nos enjuagamos y luego nos secamos. Sencillos gestos de belleza que aparentemente nos hacen bien.Sin embargo, cuando nos duchamos cometemos sin darnos cuenta algunos errores que pueden parecer inofensivos pero que son perjudícales para nuestra piel.
Errores que cometemos al ducharnos
Frotar tu cuero cabelludo con las uñas
Un buen rascado de cabeza en la ducha puede sonar ideal. Pero en realidad, te estás haciendo más daño que bien al usar las uñas. Tus uñas pueden arañar el cuero cabelludo e incluso causar una descamación del mismo. En su lugar, usa tus dedos para hacer espuma con tu champú. También evita frotar los mechones de tu pelo con demasiada fuerza. Esto puede dañar tu cabello y separar las puntas.
Lavarte la cara en la ducha
Aprovechar la ducha para lavarte la cara parece mucho más fácil, más limpio y más lógico. Sin embargo, no es necesariamente bueno para la piel de tu rostro. De hecho, el agua de la ducha suele estar mucho más caliente que el agua que usarías para lavarte la cara en el lavabo, y si el agua está demasiado caliente, seca rápidamente la piel fina y frágil del rostro. Además, lavarse la cara con agua caliente puede causar enrojecimiento e irritación de la piel en personas propensas a problemas en la piel, como el acné o padecer piel rosácea.
No reemplazar la esponja de ducha regularmente
Todos tendemos a olvidarnos de cambiar las esponjas de la ducha. A veces durante varios meses, Pero este descuido es potencialmente malo para la piel. De hecho, las esponjas de ducha son un verdadero caldo de cultivo para las bacterias.
Recuerda cambiar tu esponja de ducha regularmente, y utiliza esponjas de hechas con productos naturales como la lufa, se trata de un producto muy versátil que además es 100% natural y biodegradable.
No utilizar las toallas adecuadamente
Algunas personas se secan el cuerpo con la toalla frotándose intensamente, pero esto puede hacer que la piel se deteriore. En lugar de frotar tu piel vigorosamente, trata de hacerlo suavemente. Además, muchas veces nos olvidamos de reemplazar regularmente las toallas sucias por limpias. Si crees que secarte el cuerpo limpio no ensucia la toalla, te equivocas. La toalla podría acumular células muertas de la piel y provocar la acumulación de bacterias.
Usar jabones con fragancias sintéticas
Todos hemos utilizado jabones y geles de ducha perfumados. Nos encantan estos jabones perfumados, porque mientras te enjabonas te sientes embriagado por las sensaciones olfativas de sus dulces fragancias. El problema es que estos perfumes sintéticos que huelen tan bien también pueden tener consecuencias nocivas para tu piel. Estos perfumes irritan fácilmente la piel sensible sin mencionar los componentes químicos que penetran en la epidermis.
Lo mejor para tener una piel suave y saludable, es utilizar geles o jabones naturales sin fragancias añadidas.
No enjabonarte los pies mientras te duchas
Entre la pereza y la falta de flexibilidad, nos olvidamos de enjabonarnos los pies, y creemos que el agua y el jabón que corren son suficientes. La transpiración, las bacterias y la suciedad acumulada (especialmente al caminar descalzo) se quedarán allí, alojadas en la planta de los pies y entre los dedos. Enjabónate los pies y los dedos, nuestros pies son muy valiosos.
Olvidarte de ponerte crema después de la ducha
La mayoría de la veces, después de una ducha relajante aplicarnos crema hidratante nos da pereza, y no lo saltamos o lo posponemos.
Si te aplicas crema después de la ducha, la crema penetrará mejor y más profundamente en tu piel caliente, sobre todo si todavía está un poco húmeda. Si tienes la piel seca es un pequeño gesto de nada lo que te cambia la vida
Tomar una ducha demasiado larga
Los especialistas aconsejan no permanecer bajo el agua de la ducha más de 10 minutos . Más allá de eso, el agua tiene efectos nocivos para nuestra piel. Deteriora su película hidrolipídica lo que permite que nuestra piel permanezca protegida. En otras palabras, tomar duchas largas promueve la sequedad de la piel.
Además tomar una ducha con el agua muy caliente puede deshidratar la piel y dejarla seca. Lo mejor es ducharte con agua tibia, incluso con agua fría. El agua tibia abre los poros y las cutículas del cabello, y un chorrito de agua fría al final de la ducha sella y retiene la humedad.
Evita estos Errores que cometemos al ducharnos, tu piel y el medio ambiente te lo agradecerán.