La importancia de tomar una siesta se han cuestionado muchas veces, pero hoy en día existen numerosos estudios que demuestran sus beneficios y ventajas, tanto para los adultos como para los más pequeños. Tomarse el tiempo para tomar una siesta a menudo se reserva para los días de vacaciones … ¡erróneamente! Todos deberíamos darnos este descanso todos los días, tanto para el cuerpo como para el alma.
La siesta es una de las necesidades fisiológicas del hombre. No solo ayuda a reducir la fatiga, sino que también ayuda a mejorar el rendimiento y reducir el estrés. De hecho, esta práctica aporta muchos beneficios a menudo no reconocidos.
La palabra siesta proviene del latín sixta, que significa la sexta hora del día y que de hecho designa la hora del mediodía entre los romanos. La siesta es, por tanto, el descanso, acompañado o no de sueño, que sigue a la comida del mediodía.
Y contrariamente a la creencia popular, el simple hábito de acostarse unos momentos durante el día puede considerarse como una siesta o una micro-siesta , por lo tanto como un acto reconstituyente.
Descubre la importancia de tomar una siesta
Durante la siesta, suele haber una disminución de la frecuencia cardíaca. Esta ralentización tiene un impacto directo en las funciones cognitivas, especialmente en el cerebro. De hecho, según diferentes estudios, las personas que toman una siesta al menos 3 veces por semana reducen las enfermedades cardiovasculares en alrededor de un 30%., por lo que reduce también el riesgo de padecer un infarto.
Reduce el estres
La siesta también tiene un efecto beneficioso en la reducción del estrés, que se sabe que es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Ya sea una siesta corta o larga, permite que el cuerpo almacene y luego procese un conjunto de información en un tiempo récord. Por tanto, es una forma excelente de poner orden tus ideas.
Es una gran alternativa al insomnio
Una siesta es una buena solución para las personas que sufren de insomnio, ya que acumular «deudas» de sueño suele ser perjudicial para el cuerpo y también para la mente. Esto generalmente resulta en efectos negativos como estrés, cambios de humor, falta de concentración, etc. Tomar una siesta varias veces al día, permite así recuperar las horas de sueño perdidas y, a su vez, paliar los múltiples inconvenientes que se derivan de ello.
Es una buena fuente de creatividad y eficiencia
A menudo notamos que las mejores ideas surgen después de unos minutos de siesta, la razón es bastante simple. Según varios estudios, la siesta juega un papel importante en la mejora del rendimiento psicomotor y cognitivo. La actividad cerebral ciertamente se reduce durante la siesta, pero no es cero. Durante este tiempo, la inconsciencia trabaja para estimular nuestra creatividad.
Practicada a mitad del día o al comienzo de la tarde, la siesta permite por tanto tener buena memoria y favorecer el aprendizaje. Este fenómeno es más pronunciado durante la siesta que durante el sueño. Esto se debe a que la siesta mantiene al cuerpo en una fase de sueño más liviana, lo que allana el camino para una mejor respiración.
Consejos para una siesta perfecta
La duración de la siesta no debe ser demasiado larga. Se necesitan de 10 a 20 minutos, 30 como máximo, para recuperar fuerza y energía. Dormir más de 30 minutos después puede provocar inercia, lo que dificulta el despertar y, sobre todo, puede provocar una sensación de entumecimiento difuso durante el resto del día.
Para disfrutar de una buena siesta elige un lugar cómodo, en posición horizontal (el colchón de tu cama es la mejor solución) y asegúrate de que no haya fuentes excesivas de ruido. Una siesta corta pero de calidad es mejor.
En resumen, son muchos los beneficios de la siesta, tanto para nuestra salud física como mental. Añádela a tus hábitos y veras mejorar la calidad de tu vida.